Otra semana más venimos al blog para compartir con vosotr@s la experiencia vivida el pasado fin de semana en el festival Sorgin Gaua, organizado por la distribuidora anticomercial Sorginkale Banaketak en el pueblo navarro de Zizur Nagusia (Zizur Mayor).
El festi se viene haciendo desde hace ya bastantes años, en el frontón del pueblo, y en él participan varios grupos en cada edición, tanto locales como de fuera. En la de este año, además de ir nosotros estaban otros como las Brutus Daughters (de Madrid también), los konde Rata o los Criatura, como podéis ver en el cartel adjunto.
Pues para allá que nos fuimos de mañana, con la furgo recién arreglada y su ITV pasada, y con unos 500 kilómetros de camino. Ya había ganas, puesto que no salíamos de Madrid desde el mes de agosto, cuando fuimos a la provincia de Salamanca. Pues eso, con una velocidad media, que hay que ahorrar en sopa, aparecimos por el pueblo ya comidos sobre las 5 y media o 6 de la tarde, después de contemplar unos paisajes estupendos por todo el último tramo del recorrido, sobre todo ya en Álava y Navarra. Después de alguna vuelta de más por el pueblo, llegamos cerca del frontón guiados por el sonido que nos llegaba de una batucada que amenizaba la tarde, y aparcamos muy cerca para poder descargar los instrumentos, puesto que en esta ocasión llevábamos todos los amplis, poniendo otro grupo la batería. Dejamos las cosas, a la vez que Carlos, la persona de contacto en la distri, nos daba los pases, consumiciones y tickets de comida para la cena.
Desde aquí le enviamos un abrazo tanto para Carlos como para el resto de compas de la Distri, bastante jóvenes y militantes por cierto, que nos trataron muy bien y nos dieron cobijo por la noche en el gaztetxe del pueblo.
El caso es que como tocábamos bastante tarde, sobre la 1 y algo, nos fuimos a dar unas vueltas por el pueblo, a tomar unos botijos y a ver el ambientillo que había. Y de vuelta, con la tripa ya algo más llena, nos vimos un par de bandas, un teatro de títeres-marionetas y nos echamos unos katxis en la puerta, para no tener el oído saturado durante tanto rato, puesto que había watios incluso de sobra y se oía desde varias calles a la redonda, a pesar de ser un recinto cerrado y cubierto.
Sobre las doce y media más o menos nos juntamos cerca de la zona habilitado al lado del escenario, para calentar y concentrarnos un poco, además de calentarnos físicamente puesto que fuera ya hacía bastante fresco. Y como a la 1 o 1 y poco empezamos a tocar después de haber chequeado los micros un momento. Por tanto, el sonido no podía ser muy bueno, faltaría más, y menos en un recinto con muchas posibilidades pero que no ayuda mucho a la acústica, pues se genera mucho eco, mucha reverb. Eso sí, destacar también el trabajo de la peña haciendo pancartas, algunas de ellas enormes, que le daban un rollo especial al espacio, así como el montón de distris que se juntaban en el lado de la entrada. Hacía tiempo que no veíamos tantas a la vez en un festi.
Por nuestra parte, dada la limitación de tiempo, hicimos 17 temas en cinco bloques pegaditos, y estuvimos tocando una hora. Nos gustó mucho la respuesta de la gente, bailando desde la primera hasta la última canción, con bastante buen rollo. Habría en el espacio unas 500 personas en ese momento más o menos.
Al acabar, recogimos todos los bártulos echando leches, puesto que subía la siguiente banda (quedaban 2 todavía) y nos echamos el katxi de después, una vez cargados los trastos de nuevo en la furgo.
Sobre las 4 más o menos, otro compañero de la distri nos acompañó al gaztetxe, en el que dormiríamos con algún grupo más, y allí nos echamos a sobar en los colchones que nos habían preparado junto con algo de comer, por si acaso queríamos. Eso sí, otra vez nos bajamos todos los bártulos de la furgo…
Y ya de mañana dominguera, arriba sobre las 11 y de vuelta para los madriles, cansados pero con una nueva buena experiencia en la mochila y estando orgullosos una vez más de lo que hicimos, formando redes y apoyos mutuos, en este caso con un proyecto tan válido como una distri anticomercial, con el que nos sentimos totalmente identificados. Larga vida por tanto para la Sorginkale Banaketak. Os dejamos algún vídeo del bolo, para que veáis que no mentimos y no nos hemos inventado nada, o casi nada. En este caso del clásico Cuando Fuimos Mortales. Dedicado a la peña de Zizur.
Nos vemos en las calles.
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