Crónicas conciertos con Ki Sap
Hola gente,
En un dos por uno, os dejamos aquí la crónica y nuestras
impresiones sobre los dos conciertos que hemos dado con Ki Sap, tanto en la Gruta 77 el día 10 como en la Sala El Loco de Valencia el
pasado sábado 17. Ambos eran parte del intercambio en el que llevábamos meses
trabajando junto a los compas de Ki Sap, y que ha supuesto que vinieran a
Madrid después de más de un año sin venir, y que nosotros hayamos podido estar
en Valencia capital, que ya teníamos ganas puesto que es uno de los pocos
sitios que todavía no habíamos visitado.
Respecto al primero de ellos, el de la Gruta, lo primero que
hay que decir es que finalmente no fue una fecha muy buena para organizar el
bolo, porque además de coincidir con el macro puente de una semana que cogió
mucha gente, hay que sumar que ese mismo día asistimos a un nuevo partido del
siglo, de esos que cada año enfrenta al menos en dos ocasiones al Madrid y al
Barça. Pero bueno, la cosa al final no salió tan mal.
Quizás por nuestra capacidad de insistencia con l@s colegas,
quizás porque habíamos puesto personalmente más de 1.000 carteles por todo
Madrid, repartido flyers a diestro y siniestro y mensajeado o posteado en todos
los foros que conocemos, empezamos el día habiendo vendido más de 100 entradas
anticipadas, que no nos había pasado nunca. Quizás también ayudó el precio que
habíamos puesto de 6 pavos la anticipada, bastante asequible para ver a dos
grupos, uno de ellos viniendo desde Valencia. Bueno, el caso es que finalmente
hubo casi dos tercios de entrada, con lo que el ambiente estaba bastante bien
sin llegar a ese punto en que la
Gruta está tan llena que cuesta mantenerse dentro.
A las doce más o menos, una vez acabó el partido, comenzaron
Ki Sap, unos grandes del reggae peninsular que este año celebran 15 años dando
kañita. Una vez más nos demostraron que siguen, si cabe, cada vez más
engrasados, sonando mejor. Quizás su música haya ido evolucionando cada vez más
hacia el reggae, lo que hace que en parte el concierto sea algo más tranquilo,
pero los que los vimos disfrutamos mucho con su forma de entender el propio
reggae, así como otros aspectos tan destacables como su actitud política o su
compromiso con la música libre, muy similar al nuestro.
Nosotr@s aparecimos en el escenario alrededor de las dos
menos cuarto de la mañana, que ya está bien... Lo primero hay que reconocer que
el sonido dentro del propio escenario fue muy bueno, en general mejor que otras
veces que hemos estado en la
Gruta. Claro, con esta importante ventaja de nuestra parte,
pensamos que estuvimos a buen nivel, con un repertorio que se aproximó a una
hora y media, y con los temas todos seguiditos, como nos gusta. Muy al estilo
que inventaron los Ramones con su famoso “one, two, three, four…”.
Sumando todos estos elementos, creemos que la gente se lo
pasó bastante bien y que estuvo muy animada, bailando hasta casi las 3 y media
de la mañana, momento en que dimos por concluidos los conciertos y el DJ Kinki
entró en escena en la Gruta,
pinchando ska, reggae y pachanga… hasta casi el amanecer!! Por nuestra parte,
una copita y a recoger, que había que llevar a los compas de Ki Sap a dormir a
nuestras casas, ya que tenían que volver para Valencia al día siguiente
prontito.
Y sobre el segundo concierto, una semana más tarde en la Sala El Loco de Valencia, pues bastante parecido
pero cambiando el papel de cada grupo. Así, en esta ocasión nos tocó viajar a
nosotr@s, y para poder estar en Valencia a las 7 de la tarde salimos recién
comidos, con unas 3 horas y pico de viaje por delante.
Después de alguna vuelta de más por las calles valencianas,
conseguimos dar con la Sala
para hacer la prueba. La
verdad, a tod@s nos gustó bastante el local, que no conocíamos, tanto por su
amplitud en el escenario y la sala como en el sonido de la misma, que nos
pareció bastante bueno, aunque un poco falto de graves (ya que tienen problemas
de ruido con el vecindario). Tras una buena prueba estuvimos departiendo con la
peña de Ki Sap y tomando una cenita que nos habían preparado (similar a la que
preparamos nosotr@s aquí), paseo por la ciudad y vuelta a la sala para ver los
conciertos.
Una de las diferencias con el bolo de Madrid fue que en esta
ocasión participó un grupo más, la Benimaclet Ska
Band. Las versiones que se hicieron, así como sus propias canciones,
fueron muy buenas. Un placer tocar con músicos de este nivelazo, que nos
hicieron disfrutar del ska más clásico…
Después nos tocó el turno a nosotr@s, que como en Madrid
estuvimos a un buen nivel, salvo errores puntuales, aunque sí notamos cierta
frialdad de la gente, posiblemente también porque nunca habíamos estado en la
capital valenciana. En todo caso, por la parte que nos toca, acabamos contentos
con el bolo, y pasamos a disfrutar nuevamente de los Ki Sap, que estuvieron
nuevamente muy bien y con un repertorio más extenso que el de la Gruta.
En suma, los conciertos acabaron sobre las 3 de la mañana, y
nuestra valoración fue bastante positiva, por las condiciones de la sala, el
magnífico trato de nuestros anfitriones, los grupos con los que compartimos, y la
peñita que había en el bolo, que colmaron nuestras expectativas para ser la
primera vez que tocábamos en Valencia. Tras el concierto, recogida y a dormir
como en Madrid, en casa de la gente de Ki Sap que nos trataron estupendamente.
A la mañana siguiente, prontito, recogida y “pa” Madrid, que teníamos asamblea
del colectivo, para valorar los prácticamente 30 bolos que hemos dado este año,
reflexionar y plantear nuevos horizontes con vistas al año que viene.
En los tiempos que corren, cuando muchos lobbies quieren
acabar con la cultura “subversiva”, cuando se nos trata de cerrar la boca antes
de abrirla, cuando los grupos lo están pasando bastante mal, en los “San Blas”
estamos orgullos@s de haber participado en 30 conciertos desde el mes de abril,
lo que significa más de 3 al mes, que es un número muy alto para un grupo
absolutamente autogestionado por las personas que formamos el colectivo.
A partir de ahora se abre un pequeño periodo de reflexión y
de replanteamiento de formas de funcionar. Todo ello para mejorar, y para
tratar de volver a los escenarios en la primavera, con más ganas e ilusión si
cabe, con nuevas propuestas y defendiendo las mismas ideas que llevamos sobre
nuestros hombros desde hace ya 12 años. Por todo ello, no podemos mirar al
futuro más que de manera optimista, afrontando los cambios, discrepancias y
debates desde la óptica más constructiva posible. Y así será, claro.
Nos vemos pronto. San Blas Posse.
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